BILL nunca se había planteado cómo hacer una proposición. Siempre
había imaginado que tendría tiempo para eso, ya que tenía treinta y dos años y
ninguna intención de comprometerse. Pero había algo que nunca se había
imaginado: que cuando llegara el día y propusiera matrimonio a una mujer, ella
derramaría el café y se quedaría pálida con la sola perspectiva de convertirse
en la señora de Bill Patrick Kaulitz tercero.
Claro que la idea de convertirse en la señora Kaulitz no podía ser
el origen de aquel repentino ataque de tos que sufría (Tu nombre) Malone, porque le
había dejado claro que no iba a haber matrimonio. Se había quedado sin oxígeno
sólo porque le había propuesto convertirse temporalmente en su prometida.
De cualquier forma, aquello no tenía sentido. Después de todas las
mujeres que habían soñado a lo largo de los años con ocupar ese puesto, ¿por
qué estaba sufriendo una agonía sólo porque tuviera que disimular por una
temporada?
-(Tu nombre). Trata de calmarte y escúchame un minuto.
-Si pudiera parar, lo haría -balbuceó ella llevándose ambas manos
al pecho.
-Ten, bebe un poco de agua -dijo él acercándole un vaso a los
labios. Ella dio un sorbo y la tos comenzó a desaparecer-. ¿Ves? Ya estás
mejor.
-Será desde tu punto de vista -dijo (Tu nombre) apoyándose en el
mostrador de la cocina.
-No sé por qué te parece tan horrible la idea. No te estoy pidiendo
que seas la madre de mis hijos -dijo él dejando el vaso-. La mayoría de las
mujeres estarían encantadas.
-Ah, eso explica por qué me lo pides a mí en lugar de a ellas,
¿no? -dijo (Tu nombre). Bill asintió aliviado-. No soy tan tonta como para tomarte
en serio.
-No quería que me malinterpretaras. Si escuchas lo que tengo que
decirte, creo que lo verás de un modo diferente -sugirió él-. Con este plan,
conseguirás importantes ventajas.
-Dime dos.
-Necesitas un trabajo.
-Gracias, pero puedo conseguir uno yo sola. Estoy perfectamente
capacitada.
Su tono era de autosuficiencia. Bill deseó haberle preguntado
antes a Dave por qué estaba desempleada en aquel momento.
-Podría hacértelo más fácil. Antes me dijiste que vas a mandar una
solicitud de empleo a los almacenes Kaulitzwells.
-¿Y qué clase de trabajo podrías darme? Estoy segura de que mi
nuevo jefe estaría encantado de saber que has sido tú el que me ha puesto bajo
sus órdenes.
-No lo haría tan descaradamente, (Tu nombre).
-¿Y cómo pretendes mantenerlo en secreto? ¿Me presentarás a mis
futuros compañeros antes o después de que aparezca en todos los periódicos una
fotografía de nosotros mientras elegimos el mobiliario del dormitorio? ¿Crees
que no se darían cuenta de lo que está pasando?
-Está bien, te conseguiré un trabajo en otro sitio.
-Ya te lo he dicho. Yo misma conseguiré un trabajo de acuerdo a
mis méritos. No necesito ayuda.
-Eres muy orgullosa, ¿verdad? Dave me avisó.
-Veo que Dave habla demasiado, a pesar de que su trabajo le requiere
ser muy confidencial.
-Tú no eres su cliente, pero yo sí.
-Así que él puede hablarte de mí y sin embargo no me ha dicho nada
de ti.
-Claro, a menos que lleguemos a un acuerdo. En tonces, te podrá
contar lo que quieras saber ya que se remos como de la familia.
-¿De verdad quieres seguir adelante con esa idea?
-Creo que es una idea perfecta.
-¿Qué lo hace tan perfecta? Si es que puedo preguntar.
-Los compromisos precipitados son siempre sospechosos, pero...
Los ojos de (Tu nombre) se abrieron como platos. Eran de un color entre
marrón y verde. Bill nunca había visto un color como aquél.
-¿Qué? ¿Quieres decir que no crees en el amor a primera vista?
wwooww interesante
ResponderEliminartu fic, muero por saber
en que terminara todo esto
es diferente a todas las fics
que la lei.... :)
bueno bye cdt y sigue subiendo