(Tu nombre) se preguntó por qué no se le habría ocurrido esa idea a
ella. No porque no creyera que un hombre como Bill Kaulitz no estuviera
comprometido, sino porque parecía un hombre independiente que no permitía que
ninguna mujer, a excepción quizá de Caroline, le dijera lo que tenía que hacer.
-Bueno, no es la única solución -musitó (Tu nombre)-, pero funcionará.
Sería la boda del príncipe en lugar de la de la princesa. Y por el bien de los
grandes almacenes, algo como casarse tampoco es tan importante para ti después
de todo. ¿Quieres más café?
-No tengo ninguna intención de casarme.
-¿Qué tienes en contra del matrimonio?
-Nada en particular. Es sólo que no lo considero uno de mis planes
inmediatos.
-Entonces, ¿por qué no contratas actores?
-Tú misma has dicho que sería una campaña más efectiva si los
modelos fueran personas corrientes.
-Sí, pero no será lo mismo si todo es falso.
-¿A quién puede hacer daño? -dijo Bill fríamente-. La única
diferencia es que, al final, la feliz pareja continuará cada uno por su lado.
-¿Mantendrás la mentira hasta el final?
-Hasta que termine la campaña. Los clientes no tienen por qué
enterarse del final de la historia.
-No sé -dijo (Tu nombre) pensativa-. Los clientes pueden molestarse.
-Lo mismo habría ocurrido si Caroline y Corbin hubieran
protagonizado los anuncios y entonces él la hubiera pegado justo la noche antes
de la boda.
-Con la única diferencia de que en lo que quieres hacer no hay ni
compromiso. Si vas a tratar de convencer a todos tus clientes, tienes que
disimular muy bien y mantener el secreto hasta el momento en que se supone que
debería celebrarse la boda. Y eso puede traer problemas.
-Interesante. ¿Por qué crees eso?
-Porque si pretendes tener credibilidad ante el público, la mujer
que elijas como supuesta novia puede creer también que todo esto va en serio, a
pesar de lo que le digas en privado.
Bill asintió con la cabeza.
-Eso es exactamente lo que pensaba. De hecho, Dave me ha dicho que
podría suponer un incumplimiento contractual.
-Es lo que él diría. Todos los hombres que huyen de los
compromisos piensan igual. El arqueó una ceja.
-Tú has llegado a las mismas conclusiones que Dave y yo.
(Tu nombre) supo a lo que se refería y se encogió de hombros.
-Entonces, será que a mí tampoco me gustan los compromisos.
-Por eso... -comenzó a decir él, y dio un sorbo a su café. (Tu nombre) estaba sin respiración y se preguntó por qué se sentía nerviosa. Todo aquello
no tenía nada que ver con ella-. Por eso, Dave sugiere que mi novia ficticia
seas tú...............
hola amiguis
ResponderEliminarporque no la continuas tu fic
esta genial me gusto a mi
que me encanta leer fics
continuala prontoooo
u pasate por mi blog plis
http://porqueelverdaderoamor.blogspot.com/
espero y te guste