viernes, 14 de octubre de 2011

CAPITULO 10

BUENO ESTE ES EL CAP DE HOY, MAS TARDE SUBIRÉ... Y AHORA SI SUBIRÉ MAS SEGUIDO POR EJEMPLO 1 CAPITULO POR DÍA, CLARO OBVIAMENTE SI VEO QUE HAN COMENTADO XDD BUENO ME DESPIDO, CHAO Y GRACIAS POR EL COMENT DE amy_tokita-bill

Cuando Bill llegó a las seis de la tarde, (Tu nombre) seguía intentando hacer que el ordenador imprimiera el testamento sobre el que había estado trabajando toda la tarde.

-Siéntate mientras acabo -le dijo al verlo-. Dave necesita esto a primera hora de la mañana.

Bill se sentó a un lado del escritorio, junto a ella, en lugar de en la silla que le había indicado.

-Veo que no se te dan bien los procesadores de texto.

-Si lo que quieres decir es que se me da mejor el diseño gráfico que los testamentos, ni te molestes. Eso ya lo sabemos todos -dijo (Tu nombre) apretando una tecla. A continuación la impresora emitió un extraño sonido, cargó papel y se detuvo en seco.

-¿Por qué tanta prisa con ese testamento?

-Esa información es confidencial -respondió (Tu nombre), y volvió a apretar el comando de impresión, pero la impresora no hizo nada-. Está bien. Será mejor que lo deje por ahora. El día ha sido muy largo y quiero estar pronto en casa. Más tarde lo acabaré -añadió cerrando el expediente y apagando el ordenador-. Vámonos.

-¿No vas a cambiarte de ropa?

-¿Por qué? -preguntó (Tu nombre) mirando el pantalón y el jersey que llevaba puestos-. Si estás pensando en llevarme a un sitio ostentoso, será mejor que cambies de idea.

-Tendremos que asistir a algunos actos formales -advirtió Bill-. Si te incomodan, tenemos un gran problema.

-No hay inconveniente por mi parte, siempre y cuando me facilites la ropa. Además, tenemos que tener cuidado con los sitios a los que vayamos. No querrás que alguien oiga nuestro plan y lo eche todo a perder.

-Buena idea. ¿Dónde sugieres?

Ella se quedó mirándolo pensativa.

-Hay un pequeño bar a unas manzanas de aquí. Es lo suficientemente ruidoso para que las personas de alrededor no oigan de lo que hablamos y la iluminación es escasa, así apenas repararán en nosotros. Pero antes tienes que quitarte esa corbata y cambiarte la chaqueta por una de las cazadoras de Dave. Mira a ver qué tiene colgado detrás de la puerta de su despacho.

Al cabo de unos minutos, Bill regresó con una gran cazadora negra con el nombre de la universidad en la que Dave había estudiado en enormes letras amarillas.

-Esta cazadora no es precisamente discreta. Estoy seguro de que incluso brilla en la oscuridad.

-Para el bar al que te voy a llevar, es más discreta que ese traje que llevas puesto.

-¿Seguro que a Dave no le importará que la tome prestada? ¿Dónde está?

-No lo sé. Hace una hora que se fue. Dijo algo acerca de que tenía una reunión.

(Tu nombre) comprobó que llevaba las llaves y algo de dinero y cerró la puerta al salir de la casa. Bill había dejado el coche aparcado justo delante. Tal y como (Tu nombre) había imaginado, era un espectacular deportivo rojo que seguramente habría costado una fortuna. Los hombres eran muy previsibles.

-¡Vaya coche! Apuesto a que es necesaria mucha testosterona para ponerlo en marcha.

-No tengo ni idea -dijo Bill fríamente-. Es el coche de Caroline.

-Cambiando de tema, ¿cómo os hicisteis amigos Dave y tú? No parece que tengáis mucho en común.

-¿Lo dices porque él tiene una moto y yo no?

-Nunca le había oído hablar de ti -continuó (Tu nombre) ignorando lo que Bill acababa de decir.

-Pertenecíamos a la misma fraternidad en la universidad. Luego perdimos el contacto y nos volvimos a ver en una reunión de antiguos alumnos hace un par de años.

-Yo debía de estar en San Francisco.

-Seguramente. Por cierto, ¿qué hacías allí?

-Diseño gráfico -respondió (Tu nombre)-. ¿Cuánto tiempo hace que te ocupas de los grandes almacenes?

-Dos años. Después de graduarme en la universidad, estuve trabajando para dos compañías. Entonces, mi padre sufrió un ataque al corazón y se retiró, así que tuve que regresar a casa para hacerme cargo.

-¿Cómo se siente viéndote al mando?

-Murió hace seis meses -dijo Bill.

-Lo siento, no lo sabía.

-No hay razón para que lo supieras. ¿Dónde dices que vamos?

(Tu nombre) estaba tan ensimismada en sus pensamientos que tuvo que tomarse unos segundos antes de responder.

-A un bar que se llama Tanner's. Está a un par de manzanas de aquí y tiene aparcamiento en la misma puerta -dijo (Tu nombre), y de repente recordó el tipo de coche que Bill conducía-. A menos que prefieras dejarlo en el aparcamiento vigilado del hotel que hay al final de la calle.

-No, está bien. Este coche tiene un sistema muy sofisticado de alarma que detiene a quien se acerca al coche antes incluso de que llegue la policía -bromeó.

Nada más entrar en el bar, (Tu nombre) miró alrededor.

-Allí hay una mesa libre. Mientras tú pides las bebidas, iré a sentarme. Pídeme un té helado, por favor.

La mesa estaba en un rincón, lejos de la puerta y de la barra y (Tu nombre) tuvo que abrirse paso entre la multitud para llegar hasta ella. A medio camino oyó que alguien la llamaba y al girarse comprobó que era uno de los amigos de Dave que estaba junto a la mesa de billar.

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