(Tu nombre) alargó la mano hacia el recién llegado. No era tan joven
como le había parecido de lejos y la expresión de sus ojos era de curiosidad.
-Enhorabuena, Bill -dijo el hombre-. Y mis mejores deseos para la
novia -añadió y frunció el ceño-. ¿Lo he dicho bien? Espero no haberme
equivocado. Mi esposa se enfada cada vez que cometo un error con eso de los
buenos modales.
-No tengo ni idea -dijo (Tu nombre)-. Todavía no he comprado un libro
de protocolo para saber qué es lo que hay que hacer en cada situación.
-Al menos, veo que ya tenéis lo más importante -dijo mirando la
amatista de su mano-. Parece el anillo de tu abuela, Bill. Encantada de
conocerla, señorita...
-(Tu nombre) Malone -contestó ella.
-Ross Calyton. Bill, deberíamos quedar un día para charlar -dijo
el hombre antes de despedirse y regresar a su mesa.
(Tu nombre) se dio cuenta de que Bill estaba frunciendo el ceño.
-¿De qué iba todo eso? -preguntó ella. Al cabo de unos segundos, al
ver que Bill no respondía continuó-: ¿Crees que el comentario sobre el anillo
ha sido un golpe bajo? Me refiero a que dijera que parecía de tu abuela.
-No lo creo. Al fin y al cabo, es cierto. Vamos, come algo.
-¿Qué quieres decir? ¿Acaso estás vendiendo en la tienda las joyas
de tu abuela?
-No es eso lo que he dicho.
-¿Acaso este anillo es de tu abuela?
-No, pero por el estilo podría serlo. La mitad de las mujeres de
su generación tenían un anillo como ése.
-Lo siento -dijo (Tu nombre) tratando de tranquilizarse-. He llegado a
una conclusión errónea.
-He notado que te pasa eso muy a menudo.
(Tu nombre) se mordió el labio. Bill tenía razón: últimamente cometía
muchos errores, sobre todo en lo que tenía que ver con él. Aunque tampoco se
sorprendía, teniendo en cuenta las circunstancias.
-No me sorprendería que hubiera hecho ese comentario sólo para
molestarte -dijo, tratando de justificarse-. Si no lo hubiera hecho sobre el
anillo, lo habría podido hacer sobre la ropa que llevo puesta. La mitad de las
mujeres de la generación de tu abuela tenían ropa como ésta.
-Desde luego que Arabella no ha hecho una buena elección -dijo
Bill.
-Creo que a Jason le ha gustado. Por cierto, me dijiste que me
pagarías el tiempo que dedico a las sesiones de fotos, ¿verdad?
-Sí, te lo dije. ¿Por qué?
-Porque hay rebajas en una de las tiendas al otro lado del centro
comercial y me gustaría ir a echar un vistazo. Si pudieras adelantarme algo de
dinero...
-No hablas en serio, ¿verdad? ¿Quieres ir de compras a la competencia?
-Sí. Al menos así llevaré algo que me guste.
-¿Para los anuncios de Kaulitzwells? Maldita sea, (Tu nombre).
-Aunque no creo que a Jason le gustara.
-Creo que has conseguido que Jason y yo estemos de acuerdo en
algo. ¿Por qué comprar en la competencia? ¿Por qué no miras en nuestras
tiendas?
-¿Nuestras tiendas? -repitió (Tu nombre)-. No suena mal. Creo que
podría acostumbrarme a eso de los bienes compartidos -dijo (Tu nombre), pero decidió
dejar de bromear al ver la expresión seria de los ojos de Bill-. Si voy de
compras en Kaulitzwells, primero tengo que llegar a un acuerdo con Arabella.
-Le diré a Arabella que te deje sola para que elijas lo que
quieras.
-Gracias, Bill. Él sonrió.
-Eres buena negociando. Me has amenazado con ir a comprar a
Tyler-Royale para conseguir lo que te guste en Kaulitzwells. Buena jugada.
(Tu nombre) decidió que lo más prudente era no decirle que no lo había
hecho aposta.
-¿Qué descuento tengo como empleada?
-Tan sólo firma los recibos y envíalos a mi despacho.
-Eso suena divertido. Pero tranquilo, no creo que encuentre tanta
ropa como para que tengas que preocuparte por tu cuenta bancaria.
-No es la mía. Créeme, te estaré controlando.
-¡Qué tacaño! -dijo (Tu nombre)-. Si Jason y tú siempre estáis en
desacuerdo, ¿cómo es que estáis de acuerdo en hacer esta campaña? ¿De quién fue
la idea?
-Creo que de Caroline -dijo Bill-. 0 de Corbin. Quería que todo el
mundo conociera sus habilidades empresarias a través de esos anuncios.
-Eso lo explica todo. Creí que Caroline era la única familia que
tenías.
-Pues no es así. Esta noche tomaremos el té con mi tía abuela.
-Creí que el té se tomaba por la tarde.
-El té se toma a la hora que tía Archie quiere.
-¿Tía Archie?
-Millicent Archibald. Alguien le ha dicho que va a haber una boda
en la familia y quiere conocer a la novia.
(Tu nombre) lo miró incrédula.
-¿Alguien? ¿No la llamaste para decírselo? -No había pensado
decírselo.
-Se habría enterado al ver los anuncios. Parece que quieres que
nadie se crea este compromiso -dijo (Tu nombre), pero Bill parecía no haberla oído-.
Bill, ¿sigues enfadado conmigo por haber querido ir a comprar a Tyler Royale en
vez de a tus tiendas?
-No, claro que no. El té es a las siete.
-Imagino que podré llevar esta ropa.
Bill comprobó la hora en su reloj.
-Tendrá que ser así, porque no hay tiempo para ir de compras.
Tenemos que seguir trabajando. Esta tarde hay que hacer las fotos eligiendo los
muebles.
-Estupendo -murmuró (Tu nombre) con ironía-. Estoy deseando ver la cara
de Jason cuando empiece a saltar sobre los colchones con esta falda.
Tu historia me gusta y mucho.. ojala publicaras mas seguido! =D
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