martes, 8 de noviembre de 2011

CAPITULO 22



(Tu nombre) sintió que las mejillas le ardían. Seguramente, la tía Archie no había pretendido hacer un comentario tan sugerente, así que ¿por qué se ruborizaba y tenía aquellas visiones? En su mente, veía a Bill recorriendo con las manos su piel mientras le quitaba la blusa de seda que llevaba puesta; Bill tratando de encontrar el cierre del sujetador que Arabella había escogido para ella...

(Tu nombre) tomó aire y se concentró en servir la segunda taza de té sin salpicar. Lanzó una rápida mirada a Bill, que la observaba pensativo como si estuviera imaginando lo que la tía Archie acababa de decir, y sintió un escalofrío.

-¿Qué te gustaría, Bill? -preguntó (Tu nombre).

Él se tomó unos segundos antes de contestar.

-¿Para beber? -respondió él con ironía.

(Tu nombre) sintió que su rostro volvía a ruborizarse.

-A pesar de que Archie crea que soy un esnob, prefiero un whisky con hielo -dijo dirigiéndose hacia el armario que había en un extremo de la habitación y sirviéndose una copa.

-Oh, Dios mío -dijo la tía Archie mirando fijamente a (Tu nombre)-. No tengas en cuenta mi comentario, siempre estoy metiendo la pata -añadió y sonrió-. Me refería a que hacía años que no veía a nadie menor de ochenta años llevando un traje como ése.

(Tu nombre) se sintió aliviada.

-Te lo dije -dijo (Tu nombre) mirando a Bill.

-Bill, tienes que llevar a esta muchacha de compras. Y de paso cómprate unos calcetines amarillos -dijo la tía Archie enseñando uno de los suyos-. Es la única manera de no tomarse las cosas demasiado en serio -en ese momento apareció el mayordomo con una bandeja llena de aperitivos y la dejó junto a la mesa de centro que había frente a la tía Archie-. Llévate el té a la cocina, Gregory. Y tómate uno si quieres ahora que está caliente.

-¿Me llevo la bandeja de pastas, señora?

-Déjalas. Al gato le gustan -contestó la tía Archie. Y, como si hubiera entendido lo que su dueña acababa de decir, el gato se levantó y se estiró-. No tiene cerebro. bro. No sé por qué sigo teniéndolo aquí. Me refiero al gato y no a ti, Gregory -y mientras el mayordomo salía de la habitación, tomó la taza de té entre sus manos-. Y ahora, decidme, ¿cuál es la verdadera historia de todo esto? -(Tu nombre) se quedó petrificada. La tía Archie miró a uno y a otro en espera de una respuesta-. Ya veo. No queréis hablar, ¿eh? Déjame ver tu anillo, querida.

(Tu nombre) alargó la mano. La tía Archie observó la amatista.

-¡No me lo puedo creer, Bill! ¡Le has regalado un anillo usado en vez de comprar uno nuevo! ¿A esto lo llamas algo especial?

-Es el que yo quería -dijo (Tu nombre)..

-Entonces, es que no estás bien de la cabeza. Deberías haber elegido el diamante más grande.

-¿Es así como consiguió su pulsera?

-Claro que no. Después de mi primer divorcio, empeñé mi anillo de compromiso, abrí un negocio y con los primeros beneficios que obtuve me compré la pulsera -dijo y tomó unas patatas fritas de uno de los boles-. Déjame darte un consejo: un negocio es mucho más leal que un hombre.

-No es mala idea -admitió (Tu nombre)-. En cuanto acabemos de hacer las fotografías de la campaña, yo también quiero crear mi propio negocio: una pequeña empresa dedicada a las artes gráficas.

-Bien pensado -dijo la tía Archie-. Aprovecha la publicidad. Y si esa amatista no es suficiente para que empieces con tu negocio, no lo dudes y ven a verme.

(Tu nombre) se sentía aturdida mientras Gregory los acompañaba fuera. Se sentó en el mullido asiento del coche de Caroline y se quedó mirando la luna que empezaba a brillar sobre el tejado de la casa de Millicent Archibald.

-Bill, dime que no estoy soñando.

-La tía Archie tiene una extraña habilidad: o bien despierta admiración o bien animadversión.

-Lo entiendo -dijo (Tu nombre) enderezándose en su asiento-. Mi coche está en el centro comercial.

-¿Crees que estás bien para conducir? Es difícil saber cuánto bourbon has bebido haciéndolo en una taza de té.

-Estoy bien. Por cierto, ¿qué tipo de negocio tenía tu tía? Tuvo que ser muy bueno si se compró ese brazalete con los primeros beneficios. Al menos tenía cincuenta diamantes. Los anillos que nos enseñó Jason no tienen ningún valor al lado de ese brazalete.

-Relaciones públicas.

-¿Tu tía Archie se dedicaba a mejorar la imagen de otras personas? ¿Estás bromeando, no?

-Claro que estoy bromeando. Era sólo para comprobar si estabas bien. Me alegro de ver que así es.

-¿A qué se dedicó?

-Llevaba una compañía de seguros. Todo lo que tenía que hacer era poner un pie en el despacho de cualquier hombre de negocios y, con tarde que se fuera, ese hombre era capaz de firmar la póliza de un seguro de vida por medio millón de dólares.

-Ese comentario no es muy amable por tu parte, Bill.

-Puede que no, pero es la verdad. Además, gracias a ella todos en la familia valen más muertos que vivos, excepto ella probablemente -dijo Bill deteniendo el coche de Caroline junto al coche de (Tu nombre), una vez en el aparcamiento del centro comercial-. ¿Estás segura de que podrás conducir? Puedo llevarte a tu casa y recogerte mañana por la mañana.

(Tu nombre) esbozó una forzada sonrisa.

-No hace falta. Quiero llegar pronto mañana para ir de compras a Tyler-Royale.

-(Tu nombre)...

-No quiero comprar nada -le aseguró-. Sólo quiero comparar los precios con los de Kaulitzwells. Hasta mañana -dijo, y cerró la puerta del coche antes de que él pudiera contestar.

4 comentarios:

  1. pff genial el capii
    :S pero kiero saber mmmaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssss :)

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  2. Te he dicho que me encanta!!! ..mm bueno me encanta =D

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  3. Hallo!!! soy nueva aqui leo tu fic y me gustaa CREEMEE
    bueno esa padre el cap. pero creo que te falto el cap.21? porque si creo que esta adelantada no see
    bueno siguee

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  4. Pasa a mi blog porfa :D me gustaria qe me siguieras como yo y comentaras bueno es este
    http://tuyyo-fernandadkaulitz.blogspot.com

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