buenO creo que este es el ultimo cap que les subo hoy ya que la pc anda lente ¬_¬ bueno agradecer a miss tokiss-Aliens que leen y comentan XDD.
PDT : QUISIERA SABER MAS DE USTEDES, POR EJEMPLO (DE DONDE SON?-, Q EDAD TIENEN? Y TODO ESO, HA PERO LO MAS IMPORTANTE COMO LLEGARON HA SER ALIENS-TOKITHASS??)
-Buenos días, señorita Malone -dijo el joyero mientras escondía la
hoja de papel. Por lo poco que pudo ver (Tu nombre), se trataba del dibujo de un
anillo, aunque no pudo reparar en los detalles.
Bill se giró hacia ella.
-Iba a comprarte algo para desayunar. Tienes que comer algo para
tener energía y sólo has tomado un café.
(Tu nombre) vio que el encargado sonreía.
-Ese dibujo que estabais mirando, ¿es de mi anillo?
-Ya tienes tu anillo.
-No, me refiero a mi otro anillo -dijo (Tu nombre). No era capaz de
referirse a ese anillo como su alianza matrimonial. Ya que no iba a haber boda,
no tenía sentido un anillo para sellar los votos matrimoniales. Era parte de
todo aquel cuento.
-Es sólo un boceto -dijo Bill-. Quizá no tenga nada que ver con el
resultado final.
Eso era cierto, pensó. Seguramente Bill habría propuesto toda una
serie de cambios a aquel boceto sólo para retrasar el trabajo. Cuanto más
tiempo tardara en hacerse el diseño, más probabilidades habría de que el
compromiso terminara antes incluso de que la joya fuera hecha.
Y el hecho de que no llegara a existir ese anillo le producía una
mayor intriga para mirar el boceto y saber cómo habría sido.
-Por eso mismo quiero verlo -dijo (Tu nombre)-. ¿No crees que debería
hacerlo mientras estamos a tiempo de modificar el diseño? Dijiste que eligiera
el anillo de compromiso porque iba a ser yo la que lo llevara. Pues lo mismo
con éste... -dijo sin saber qué nombre dar al anillo.
Bill se encogió de hombros.
-Enséñaselo.
El joyero sacó de nuevo la hoja de papel y (Tu nombre) pudo comprobar
que se trataba de un dibujo con toda clase de detalles. El anillo diseñado
tenía doble aro para encajar a cada lado de la amatista.
-Hemos hecho el diseño a partir del anillo de compromiso.
Normalmente ambos anillos se diseñan a la vez, pero en esta ocasión hemos
tenido que partir de un anillo que está pensado para ser llevado como solitario
y eso es más difícil. Con un solo aro, el efecto no sería bonito -explicó el
joyero. (Tu nombre) miró la amatista de su mano y pensó que tenía razón-. Así que
hemos diseñado la alianza teniendo en cuenta el anillo de compromiso para que
hubiera un cierto equilibrio entre ambos.
No había ninguna duda de que lo había conseguido, pensó (Tu nombre).
Cada uno de los aros llevaba incrustada una pequeña fila de amatistas de
exactamente el mismo color que la amatista del anillo de compromiso. El
resultado final era exagerado; su dedo estaría lleno de amatistas.
-Es muy bonito. Pero no es mi estilo -dijo (Tu nombre) con sinceridad.
El joyero se quedó asombrado-. Es demasiado llamativo, ¿no te perece?
-¿Qué quieres? -preguntó Bill.
El tono de su voz era desinteresado y (Tu nombre) lo miró, tratando de
llamar su atención. Si no había perdido el tiempo haciendo creer a todos que no
habían podido desayunar porque habían estado muy ocupados haciendo el amor, al
menos podía mostrar algo de interés en el anillo para que el encargado creyera
que deseaba saber su opinión sobre el mismo.
Pero Bill no pareció darse cuenta de su mirada de advertencia, por
lo que (Tu nombre) se giró al joyero.
-Creo que la doble hilera de amatistas produce un efecto
recargado. Si cada aro fuera más fino y en vez de las amatistas tuviera un
pequeño diamante junto a la amatista del anillo de compromiso... -dijo tomando
un bolígrafo del bolsillo de la camisa de Bill y empezando a dibujar sobre el
papel.
El joyero se quedó mirándola con las cejas arqueadas. (Tu nombre) reparó en que quizá no hubiera sido muy inteligente por su parte criticar de
aquella manera el diseño de un profesional. Además, aquel boceto era el trabajo
de un artista que claramente amaba su trabajo, mientras que ella...
Ella sabía lo que le gustaba y lo que no, pero eso no la hacía una
experta en el diseño de joyas. Un boceto podía no ser llevado a la realidad y
lo sabía. De todas formas, continuó dibujando y mostrándole lo que debía hacer.
-Es sólo una idea -comentó (Tu nombre).
El joyero miró a Bill.
-Es diseñadora gráfica -dijo Bill a modo de excusa.
-Lo siento, no quería causar molestias -se excusó (Tu nombre) y,
dándose media vuelta, se fue. Bill dijo algo más al joyero y corrió tras ella.
-No te marches así. No se ha ofendido por tus sugerencias.
-No me engañes.
-En serio. Tu idea es buena, mejor que el monstruo morado que
había diseñado.
(Tu nombre) sonrió. Aquella era una buena manera de definirlo.
-Y mucho más económico, con tan sólo un par de diamantes en lugar
de las veinte o treinta amatistas.
-Cierto. Volverá a hacer otro diseño.
-Antes de que lleguemos a la sección del hogar -dijo (Tu nombre) deteniéndose-, creo que deberíamos hablar. Si a uno le gustan las vajillas
sencillas y al otro con flores,
quizá deberíamos hablarlo ahora. ¿Es aquella Caroline?
-¿Dónde?
-Allí, con un gran sombrero y unas gafas oscuras.
Al mirarla más detenidamente, (Tu nombre) comprobó que estaba eligiendo
un juego de tazas de café y se acercó hasta ella.
-Te sugiero que no compres los que llevan una filigrana de oro.
Caroline se giró y la miró sonriente. En los dos días que hacía
que no se veían, el labio de Caroline había sanado, pero con las gafas no podía
ver si lo mismo había pasado con su ojo.
-Hola, (Tu nombre). ¿Qué tienes en contra de los adornos dorados?
-No funcionan en el microondas -dijo. Pero al instante pensó que
Caroline probablemente nunca habría puesto siquiera una taza de café en el
microondas.
-¿Ah, no? Por supuesto, el metal echaría chispas. Gracias por
recordármelo.
-¿Sueles usar el microondas? -preguntó (Tu nombre) asombrada.
-¿Cuál te gusta más? -dijo Caroline ignorando la pregunta que le
acababa de hacer.
-Éste -respondió (Tu nombre)-. Por cierto, que debería hacer un regalo
a la tía Archie por permitir que la fiesta de compromiso se celebre en su casa.
¿Qué puedo comprarle?
-Tía Archie tiene de todo, y si hay algo que descubre que no
tiene, va inmediatamente a comprárselo. Además, entre cumpleaños y fiestas,
podría abrir una tienda de regalos.
-Aún así...
-Créeme. En lo que a la tía Archie se refiere, tú eres el regalo
-dijo Caroline, que llevaba en la mano un juego de tazas con motivos florales-.
Por cierto, que la tía Archie me pidió que tú y yo llegáramos pronto mañana.
-¿Para preparar las cosas de la fiesta? Claro. Dime a qué hora.
-No exactamente. Su masajista, manicura y peluquero estarán allí
por la tarde y ha pensado que sería buena idea que aprovecháramos sus
servicios.
-¿La tía Archie tiene su propio masajista?
-Estoy segura de que también tiene otros clientes, pero ahora que
lo dices, siempre está disponible para ella.
Bill apareció junto a ellas y Caroline le ofreció su mejilla para
que la saludara con un beso.
-Veo que vais a elegir la vajilla. ¿También la plata y la
cristalería? Ahora podré decirles a todos en la fiesta que la lista de bodas la
tenéis en Kaulitzwells.
-¿Crees que alguien lo dudaría? -preguntó Bill.
-¿Habéis fijado ya una fecha para la boda? La gente no deja de
preguntármelo -dijo Caroline.
-Sí, el día de Nochebuena -contestó Bill mirando a (Tu nombre).
-¿Tanto vais a esperar? -preguntó Caroline frunciendo el ceño-.
Después de lo de esta mañana, pensé que...
(Tu nombre) se mordió la lengua y evitó decir nada. Aquel estúpido
comentario acerca de haberlos pillado en la cama sólo iba a lograr complicar
más las cosas. Caroline podía pensar que las cosas se estaban poniendo serias
entre ellos y que la ficción se estaba convirtiendo en realidad.
-Bueno, será mejor que os deje a solos para que habléis. Voy a ver
copas -dijo (Tu nombre)-. Hasta mañana, Caroline.
-Me alegro de cómo está yendo todo. Me caes muy bien, (Tu nombre).