-¿Todas mis cosas? ¿Te refieres a esto? -preguntó señalando la
bolsa.
-No te he pedido que te fueras.
-No, y supongo que te ha gustado tenerme cerca unos días. Admito
que ayer lo pasé muy bien.
-Nada me hizo imaginar esta mañana que fueras a irte.
-En eso tienes razón -dijo (Tu nombre) encogiéndose de hombros-. Pero
cuando llegué al centro comercial descubrí lo que habías estado haciendo todo
este tiempo.
-Eso es lo que me parece curioso. No has tenido tiempo de ir a mi
apartamento y recoger tus cosas después de marcharte del centro comercial. Lo
tuviste que hacer esta mañana.
-¿Cómo lo sabes?
-Le pregunté al portero la hora a la que te fuiste y si habías
regresado más tarde. Tuviste que llevarte tus cosas antes incluso de ver a Ross
y de saber lo del acuerdo. ¿Por qué, (Tu nombre)?
Ella se encogió de hombros. ¿Qué más daba? Quizá fuera mejor que
Bill pensara que se iba porque estaba aburrida.
-Ya te avisé que no me gustaban los compromisos.
Lo he pasado muy bien, pero incluso los fines de semana divertidos
tienen un final.
-Entiendo -dijo muy serio-. Así que nada de lo que ha pasado te
importa.
Debería asentir y dejarlo estar, pero algo en su interior no le
permitía olvidar la magia que habían compartido, ni siquiera para mantener su
orgullo.
-Sí, me importa, pero cuando descubrí lo que estabas haciendo me
di cuenta que había tomado la decisión correcta. No me gusta que me traten como
a una tonta. No es la primera vez que me pasa, que me utilizan para cerrar
algún acuerdo sin decírmelo.
-¿Así que ése es el motivo por el que volviste de San Francisco?
¿Cómo se llamaba? ¿Pete?
-Pete Willis. Prefiero no hablar de él -dijo (Tu nombre). Bill no dijo
nada y el silencio se hizo tenso. Finalmente ella continuó-. Está bien, si
quieres oírlo, te lo contaré. Me fui a San Francisco con Pete para montar una
agencia de publicidad. Él se ocupaba de encontrar clientes y yo me encargaba de
diseñar las campañas.
-Una sociedad.
-Sí, pero era más que eso. Después de un tiempo, decidimos que en
cuanto el negocio estuviera en marcha nos casaríamos. Incluso me regaló un
anillo de diamantes.. ¿Qué mujer dudaría que el diamante de su anillo de compromiso
no fuera real? En aquel tiempo, los dos trabajábamos mucho para hacer que la
agencia funcionara. Incluso extendí cheques a nombre de la empresa.
-¿Idea suya, verdad?
-No lo recuerdo, pero probablemente -dijo y tragó saliva-.
Entonces, un día volvió de una reunión y me dijo que había llegado a un acuerdo
con un nuevo cliente. Se iba a convertir en nuestro cliente más importante
porque Pete se iba a casar con su hija. Ofreció pagarme una indemnización para
que me fuera porque su prometida no quería verme cerca de él y muy amablemente
me dijo que me quedara con el anillo de compromiso.
-Y fue entonces cuando descubriste que no era un diamante.
-No, algo más tarde, cuando me quedé sin ahorros. Resultó que era
una imitación, así que lo empeñé y conseguí cien dólares para pagar la gasolina
de vuelta a casa. Pero, ¿qué más da? Quizá debería acostumbrarme a que me
traten así.
-Yo no soy como Pete Willis.
-No, tú tienes una excusa mejor para hacer lo que hiciste.
-(Tu nombre)..
-Aunque creo que en el fondo tuve suerte de no acabar casándome
con una persona así. Pero tú ni siquiera me conocías. Al menos esta vez, no he
salido tan perjudicada.
-Te refieres a la amatista.
-No, el anillo está en la joyería -dijo (Tu nombre) mostrando su mano
izquierda-. Me refiero a que esta vez tengo ropa bonita y he disfrutado de una
deliciosa fiesta, por no olvidar los ratos en tu cama.
-Déjalo ya, (Tu nombre).
-Además, ¿por qué iba a esperar que me contaras tus planes? Al
principio no quisiste ni decirme tu verdadero nombre, así que ¿por qué iba a
extrañarme que ocultaras algunas cartas bajo la manga? -se hizo un largo
silencio entre ellos y al fin, (Tu nombre) continuó-. Aquí hemos terminado.
-No, no hemos terminado. Creí que teníamos tiempo, que no había
prisa.
-¿Tiempo?
-Tres meses.
-Ah, la campaña. Mira, siento si tu nuevo jefe quiere continuar
con esta farsa, pero... -se detuvo sin saber qué excusa poner.
-Es tu nuevo jefe.
-¿Qué? -preguntó (Tu nombre). Por un momento había olvidado el acuerdo
que había hecho con Ross Clayton. Le había dicho que estaba dispuesta a
trabajar para él y los almacenes Tyler-Royale. Le había pedido que esperara
hasta Navidad para contratarla y ese comentario había hecho que Ross le
preguntara por la campaña de publicidad. Pero si ya no iba a trabajar en la
campaña, él habría asumido que podía incorporarse a su nuevo trabajo
inmediatamente.
Quizá tuviera que trabajar codo con codo con Bill. o lo que era
peor, quizá Ross quisiera que terminara lo que ya estaba empezado. El éxito de
la campaña de Bill había comenzado a dar sus frutos y los clientes habían
aumentado. ¿Por qué iba Ross a querer estropear lo que habían conseguido en
apenas unos días?
-Hicimos un trato -recordó Bill-. Tres meses.
-Tienes razón. Si tengo que...
-No, no tienes por qué. Entiendo, no es por la campaña por lo que
te niegas a continuar, es por mí.
(Tu nombre) no podía negar eso.
-¿Qué me dices de Ross? No creo que quiera contratarme después de
esto.
-¿Por qué tuviste que pedirle un empleo? -preguntó Bill con
curiosidad-. Creí que querías un negocio propio que te diera independencia.
-Bueno, todo lo que dijiste acerca de la competencia, lo difícil
que iba a ser elegir los clientes...
-No te creo. ¿Es por mí, verdad?
-No es sólo por ti, Bill -dijo (Tu nombre). No estaba dispuesta a darle
más explicaciones-. ¿Crees que puede afectar tu acuerdo con Ross si no seguimos
con la campaña? Porque en ese caso, supongo que podría...
me mataste.... definitivamente quieres infartarme .... muy cute el cap (*o*) me mori de la emocion que pasaraq no puedo esperar mas......
ResponderEliminarsube cap pronto
PD: te veo
:OOOO
ResponderEliminarAme este capi. *O*
yo cambiaria todo por bill siguee
aaaaw
aaaa me mori casi me caigo de la silla xDDD sube el final morireeeeeee!! DDDD: ame el capi :D
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