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-¿Dave? -dijo (Tu nombre).
Él se giró.
-Hola, (Tu nombre). ¿Qué tal está la reina de la fiesta?
-Estoy algo preocupada. Jason y Bill... -dijo haciendo un gesto
hacia la terraza, donde se habían marchado.
-Lo he oído -dijo Dave.
-No te preocupes. Quizá Jason presente su dimisión.
-No entiendo. Si Bill y él no se llevan bien, ¿por qué se empeñan
en trabajar juntos?
Caroline se encogió de hombros.
-Es todo por el organigrama de la empresa. Los socios fundadores
establecieron que, el control de Kaulitzwells siempre lo tuviera la familia. Si
Bill dimite, Jason se convertiría en el presidente. ¿No es así? -preguntó
Caroline mirando a Dave.
-¿Así que Jason puede forzar la situación para obligar a Bill a
que deje su puesto?
-Aparentemente así es -dijo Caroline-. Dave, ¿puedes traerme otra
copa de champán? ¿Qué le pareció a Bill la idea de celebrar la boda aquí?
-No se lo he dicho todavía -dijo (Tu nombre) bajando el tono de voz
mientras Dave se alejaba. A pesar de que estaban rodeadas de otras personas, se
habían quedado a solas por un momento y era la primera ocasión durante la
fiesta que tenían para hablar en privado-. Francamente, no importa lo que
piense, ya que no va a haber ninguna boda. Sabes que todo lo que diga Bill es
ficción, ¿verdad?
-¿De veras? -preguntó Caroline.
(Tu nombre) suspiró frustrada.
-Eres una romántica empedernida. Por cierto que la otra mañana, no
estábamos... Bueno, no importa -dijo (Tu nombre) y recorrió con la mirada el salón,
hasta que encontró un rostro familiar. Tardó unos instantes en identificar a
aquel hombre y sonrió. Bill se había salido con la suya: Caroline había
invitado al presidente de Tyler-Royale a la fiesta.
Él le devolvió la sonrisa y le dijo algo a la mujer que estaba a
su lado. Los dos se dirigieron hacia ella.
-Es la estrella de la publicidad, señorita Malone. Si la respuesta
del público se parece en algo a lo que he oído en el club hoy, será mejor que
esté lista -dijo Kelly Clayton.
-¿Para qué?
Kelly sonrió.
-Querrán conocer su vida. Lo siguiente que querrán ver son las
fotos de la luna de miel y la cuna que elijáis, por no hablar de la guardería e
incluso de la universidad.
Por un momento, (Tu nombre) no reparó en lo que acababa de decirle
Kelly y, cuando lo hizo, se quedó de piedra. Le encantaría elegir una cuna con
Bill. Y una guardería con Bill. Y una universidad con Bill. Cualquier cosa, con
Bill. Quería todas aquellas cosas, pero por encima de todo eso lo quería a él.
Le había dicho a Caroline unos minutos antes que todo aquello era
ficción y ella había sonreído en respuesta. Ahora entendía lo que Caroline
había querido decirle. La hermana de Bill podía ser una romántica empedernida,
pero se había dado cuenta de lo que estaba pasando antes incluso que la propia (Tu nombre). Se había percatado de que en mitad de todo aquel asunto de la
publicidad, (Tu nombre) se había enamorado.
Y no había nada que pudiera hacer en aquel momento más que sonreír
y pretender que no había pasado nada.
Habian hecho un trato y (Tu nombre) estaba dispuesta a cumplirlo. Había
prometido no tomarse el compromiso en serio ni soñar con la idea de que fuera
real. Y lo había cumplido durante una semana.
Pero ahora lo había echado a perder, sin duda alguna. Ahora iba a
tener que disimular, a ser la (Tu nombre) Malone del principio, la que no creía en
el amor a primera vista. La campaña publicitaria acababa de empezar y ya no
había marcha atrás. Sólo sonriendo y manteniendo su fuerza de voluntad podría
continuar aquella farsa.
Una vez que pasaran las prisas para las fotografías de la campaña,
las cosas serían más fáciles de llevar, aunque no más sencillas. La esperaban
tres meses de intensa actividad social, de reuniones familiares y fiestas
navideñas. Noventa días en los que hacer creer a los demás que era la prometida
de Bill Kaulitz mientras que en la intimidad tendría que simular que la idea no
le gustaba lo más mínimo.
-¿Estás bien? -preguntó Kelly Clayton.
-Me duele un poco la cabeza.
-No me extraña, ahora que ves lo que se te viene encima. Tu casa
se convertirá en una atracción turística, la ropa que lleves será analizada y
cada fiesta que des será criticada.
Aquella mujer era lista, no había duda de ello, pero al menos no
se había dado cuenta de lo que realmente preocupaba a (Tu nombre).
-Déjalo ya, Kelly, o harás que salga corriendo -la interrumpió su
marido-. No creo que (Tu nombre) quiera ser modelo de por vida. La gente acabará
olvidándola.
«El caso es si yo seré capaz de olvidar todo esto», se dijo (Tu nombre).
-Me han dicho que eres una diseñadora gráfica muy buena -continuó
Ross Clayton.
(Tu nombre) se preguntó cómo podía saberlo.
-Estoy pensando en abrir mi propia empresa -respondió (Tu nombre).
-¿De veras?
-¿Te sorprende?
-Me parece haber visto una solicitud de empleo tuya sobre mi mesa.
-Sí, antes de tomar la decisión de montar mi propio negocio envié
algunos currículums.
-Imagino que para estudiar todas las posibilidades -puntualizó
Ross Clayton.
-Me sorprende que hayas visto mi solicitud -dijo (Tu nombre) tratando
de cambiar de tema-. Normalmente es el personal del departamento de recursos
humanos el que se dedica a estas cosas, y no el presidente de la compañía.
-Así es -dijo Ross y dio un sorbo a su champán-. Yo sólo veo los
currículums más interesantes.
Interesante. Aquel comentario tenía muchas interpretaciones y
ninguna de ellas tenía nada que ver con el talento. (Tu nombre) se preguntó si
alguien de ese departamento habría reparado en su nombre y se lo habría enviado
a Ross no por su valía, sino por su relación con Bill. Después de todo, los
negocios eran los negocios.
ooooh
ResponderEliminarmi curriculum es interesntee
Genial hhaa
siguee