jueves, 1 de diciembre de 2011

CAPITULO 34

BUENO, ANTES DE DEJAR EL Nº 4 Y ULTIMO DE HOY QUIERO DECIRLES, QUE EN EL CAP NUMERO 40, SE TERMINA U.U ASÍ QUE EL FINAL ESTA CERCA
3


-Me siento decepcionado -continuó él-. Me habría gustado hablar acerca de tus posibilidades en Tyler-Royale.

(Tu nombre) forzó una sonrisa.

-¿Serías capaz de contratar a la prometida de tu mayor rival? -preguntó sorprendida.

-Si fuera la persona perfecta para el trabajo, sí.

-Gracias. Cuando haya montado mi oficina, te llamaré. Quizá podamos trabajar juntos.

-Me encantaría. Ahora, sin embargo, me gustaría hablar con Bill. Si nos disculpas... -dijo Ross, y la pareja se fue.

Su oficina. Lo había dicho sin pensar, pero ahora le parecía un sueño imposible de alcanzar. Si ya iba a ser difícil pasar noventa días como prometida de Bill, más lo iba a ser seguir viéndolo después para hablar de la financiación, los planes de negocio, los proyectos para las tiendas...

No, no podría continuar con sus planes, así que lo mejor sería olvidar la idea de crear su propio negocio y decírselo en cuanto pudiera. Pero el problema era que tendría que esperar noventa días para hacerlo. Si lo hacía ahora, Bill le preguntaría qué le había hecho cambiar de opinión. Y entonces, ¿qué le diría? Por supuesto, no le diría la verdad, que había sido tan tonta como para enamorarse de él.

Caroline estaba a su lado otra vez, pero (Tu nombre) no le estaba prestando atención.

-Perdona, ¿cómo dices?

-¿Es horrible, verdad? -dijo Caroline tomando otra copa de champán que le ofrecía uno de los camareros y dándosela a (Tu nombre)-. Es todo tan confuso cuando te han dejado a ti...

(Tu nombre) se quedó boquiabierta.

-Pero...

«¿De qué estaba hablando?», se preguntó (Tu nombre). -Dave me ha contado lo de tu prometido -continuó Caroline.

-¿Cómo? -preguntó sorprendida (Tu nombre).

-Me refiero a tu ex prometido. No estábamos cotilleando. Dave tan sólo te ponía de ejemplo para explicarme que es muy pronto para pensar que me he enamorado de él.

(Tu nombre) sentía que la cabeza le daba vueltas.

-¿Enamorada? ¿De quién?

-De Dave. Él no cree que sea amor. Dice que hace muy poco que me dejó Corbin para sentirme atraída por otro hombre.

-¿Qué pasa con Ginger?

-Eso se acabó.

-¿Ha roto con ella?

-Quizá no oficialmente, pero si no lo ha hecho todavía, lo hará.

Caroline parecía muy segura. Pero, ¿sabía de qué estaba hablando? Una semana antes estaba planeando casarse con un hombre que había resultado capaz de agredirla. Ahora, pensaba que estaba enamorada de Dave. Quizá fuera lo mismo que le estaba ocurriendo a ella. Quizá en el fondo no estuviera enamorada de Bill, ten sólo confusa por haber terminado una relación recientemente.

Eso sería un alivio, se dijo. Todo sería más fácil de llevar si no estuviera enamorada, tan sólo dolida por que su hasta hacía poco socio y a la vez novio había acabado casándose con la hija de uno de sus clientes más ricos.

Pero en el fondo, sabía que no era cierto. La traición de Pete la había molestado más por acabar con las ilusiones que había puesto en su negocio que por romper su corazón.

Así que el día en que había accedido a simular ser la prometida de Bill Kaulitz, su decisión no había tenido nada que ver con Pete. Y de lo que no se había dado cuenta hasta ahora era de que tampoco había accedido por la promesa de Bill de ayudarla a montar un negocio. No había sido la idea de perder una oportunidad de un negocio propio lo que la disgustaba, sino la idea de perder a Bill.

Ahora entendía por qué había sentido tanta confusión el día en que lo había conocido y había aceptado tomar parte en algo que no le interesaba en absoluto: Bill la había fascinado desde el primer momento.

Al otro dia

Cuando (Tu nombre) se despertó el domingo por la mañana en la inmensa cama de Bill, no oyó ningún ruido en el apartamento. Bill debía de haber salido.

Era tarde. La fiesta había durado hasta altas horas de la madrugada y cuando por fin se metió en la cama no había podido conciliar el sueño, dando vueltas a lo que acababa de descubrir. Se había enamorado y no podía culpar a nadie más que a ella por eso.

Bill había sido honesto desde la primera conversación que habían mantenido acerca de por qué la había elegido a ella en lugar de a cualquiera de sus amigas. No la había engañado ni había pretendido que se enamorara de él. Todas las muestras de cariño las había hecho de cara al público, y no porque sintiera nada hacia ella.

Pero (Tu nombre) se había dejado llevar por su corazón y no por su cabeza y había visto lo único que había querido ver: lo bien que se llevaban, lo divertido que era Bill y lo alegre que ella se sentía a su lado. Ahora iba a tener que pagar el precio por ello.

El primer paso era prepararse una taza de café y tomárselo tranquilamente mientras reflexionaba y decidía qué hacer para sobrellevar los próximos noventa días. Al menos tenía la suerte de que Bill no estaba allí esa mañana y podía pensar tranquilamente. De haber estado, no sabría qué habría hecho.

-Probablemente me habría dejado llevar -murmuró aliviada por que se hubiera ido.

De todas formas, ¿dónde se había metido? No había ninguna razón para que le tuviera que contar a dónde había ido. Si estuviera viviendo en su buhardilla, él no la habría llamado para decirle que iba a montar en bicicleta o a comprar el periódico. Era un ejemplo más de que la situación que estaba viviendo no era real.

1 comentario:

  1. oooow si estoy enamorada De Bill <3
    lo amo, pero yo si quiero mi negocio >.< haha
    voy para el otro cap.

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